Sala: de un lado para el otro

Leonardo Da Vinci, uno de los genios de la humanidad, tenía la habilidad de construir mapas mentales, en los que se integraban, al mismo tiempo, imágenes y gráfica (palabras), como un modo de estimular el desarrollo armónico del lado derecho e izquierdo del cerebro. Mientras se escribe con la mano derecha, el lado izquierdo del cerebro, que se especializa en la lógica y la argumentación, trabaja para construir referentes racionales de la realidad. Mientras se dibuja con la mano izquierda, el lado derecho del cerebro, que se especializa en la intuición, trabaja para elaborar referentes creativos.
Con base en los postulados teóricos anteriormente señalados, vamos desarrollar una práctica pedagógica en la que se escriba-dibuje alternando la mano. Al principio, es probable que usted sienta que no tiene la capacidad de hacer ese trabajo con esas especificaciones.
Sin embargo, con la repetición del ejercicio, poco a poco, sus habilidades de trabajo con la mano débil empiezan a desarrollarse. Va a llegar un momento, que escriba y dibuje con ambas manos con la misma precisión.
Cuando ello ocurra tendremos una percepción distinta del potencial racional y creativo del ser humano y una experiencia valiosa, como docentes, para entender las dificultades motrices que tiene algunos niños, como María Helena, la niña de la historia con la que empieza el presente módulo.
Recuerde que el niño que no juega, por ejemplo cambiando de mano para escribir y dibujar, no está en buenas condiciones de salud.
Quizás si todos nosotros tuviéramos la oportunidad de descubrir las limitaciones que nos imponemos a nosotros mismos, cuando escribimos con una sola mano, cuando dejamos de valorar la capacidad para representar gráficamente los temas y no exploramos otras posibilidades de uso del lenguaje, nos convertimos, sin quererlo, en personas con necesidades de aprendizaje.
Usar la mano débil, en muchos casos es la izquierda, es una opción válida para descubrir una percepción distinta de la realidad.
Tal vez, escribir-dibujar con la mano débil es una situación pedagógica y didáctica que nos recuerde las dificultades que tuvimos en la infancia para aprender a coger el lápiz y trazar las primeras líneas. Hoy nos parece fácil, pero ese fue un trabajo arduo, en el que participó la madre de familia y el docente. Escribir con la mano débil es una manera de sensibilizar a los estudiantes sobre las necesidades educativas de los compañeros de clase.
Esa sensibilidad debe terminar, como dice el poema del poeta colombiano, en el que se reconoce la importancia de las manos en la construcción de una comunidad.
“Una mano con otra mano no son dos manos, sino manos unidas. Une tu mano a otra mano, para que el mundo no esté en pocas manos, sino en muchas manos”.

Acerca de eduarba60

Master en pedagogía. Especialista en teorías, métodos y técnicas de investigación social. Asesor pedagógico. Comunicador social, con énfasis en periodismo. Historiador.
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